La historia del marplatense que a los 39 años hizo historia en el tenis argentino y llegó a la cima del ránking ATP de dobles.
Por Marcelo Solari y Juan Miguel Alvarez
Horacio Zeballos se ganó un lugar en las páginas principales de la historia del tenis argentino. Este jueves, el marplatense se convirtió en el primer jugador del país en ser el número 1 en el ranking ATP, en la especialidad del dobles.
Zeballos, de 39 años, logró un merecido premio a su notable carrera. La que se abrió con su buena performance en singles (llegó a ser número 39 en 2013) y que dio un inteligente giro en los últimos años, cuando apuntó decididamente al dobles.
La pasión la heredó de su padre, Horacio, también tenista. El profesor del Edison Lawn Tenis le enseñó conceptos, golpes y todo lo necesario para que sea un jugador integral.
Las condiciones suyas y su voluntad por siempre dar un paso más, hicieron el resto. En 2003, con 18 años, inició su carrera profesional, luego de ser número uno en el ranking nacional juvenil en 2002, y cosechar una serie de 29 partidos invicto.
Entonces, su padre recibió una carta de Guillermo Vilas. “Horacio, muy buen chico tu hijo. Le irá muy bien. Tiene asegurado un lugar dentro de la industria del tenis. Si no llega como tenista, llegará como coach o profe. De él me ocupo yo“, fue el mensaje de uno de los deportistas más grandes de la historia.
Como todo tenista sudamericano, se afirmó lentamente, con mucho esfuerzo, en el circuito.
En 2006, ya entre los 500 del mundo, ganó sus primeros torneos Future (4) . Al año siguiente se insertó en el circuito Challenger. También jugó por primera vez la qualy de un Grand Slam, en Roland Garros: curiosamente fue derrota con Marcel Granollers, con quien mucho tiempo después formaría la mejor dupla del mundo.
En Recanati, Italia, ganó el primer Challenger, vinendo desde la qualy, en junio de 2008.
En 2009 despegó definitivamente: ganó cinco Challengers (en Buenos Aires, la final a Gastón Gaudio), jugó el primer main draw de un ATP (en el césped de Newport), se metió en el top-100 y también ingresó en el primer cuadro principal de un Grand Slam, el US Open, con victoria en primera ronda.
En 2010, ya metido en la elite, jugó contra Rafael Nadal en París, venció al 11 del mundo (el chileno Fernando González) y debutó en la Copa Davis en primera ronda del Grupo Mundial ante Suecia como visitante (victoria en el dobles, con David Nalbandian como compañero).
Zeballos jugó 15 series (18 partidos) de Copa Davis, con récord a favor 2-1 en singles y 9-6 en dobles.
Entre 2011 y 2012 alternó torneos ATP y Challengers, siempre cerca del puesto 100. Hasta que en febrero de 2013 consiguió el logro más importante de su carrera de singles: fue campeón del ATP 250 de Viña del Mar con un épico triunfo en la final sobre Nadal en polvo de ladrillo. Ese fue, además, su único triunfo ante un top ten. Al mes siguiente figuró 39 en el ranking de singles.
En 2016 volvió a tener un buen año (empezó 124° y llegó a 66°), con triunfo incluido sobre Juan Martín Del Potro en el Masters 1000 de Miami. Al año siguiente jugó la semifinal del Conde de Godó (Nadal se tomó revancha), avanzó hasta cuarta ronda en Roland Garros (su mejor actuación en un Grand Slam) y avanzó nuevamente hasta el puesto 47.
“Yo sentía que podía ser un buen tenista, que podía tener una muy linda carrera, pero creo que es algo soñado todo lo que pude lograr a nivel personal“, dijo “Cebolla” poco tiempo atrás.
A principios de 2019, todavía vigente, decidió dedicarse exclusivamente al dobles, especialidad que siempre le había gustado y en la que ya destacaba: había ganado la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2007 junto a Eduardo Schwank y diez títulos ATP, en Buenos Aires (con Sebastián Prieto), en 2010; Munich (con el italiano Simone Bolelli), en 2011; Metz, Gstaad y Sao Paulo (con el chileno Julio Peralta, y Atlanta (con Andrés Molteni), en 2016; Houston (con Peralta), en 2017; Hamburgo y Bastad (con Peralta) y Buenos Aires, en 2018 (con Molteni).
“Me focalicé en esta disciplina del dobles y doy el 100% en lo que hago. Ese siempre fue mi razonamiento y mi pensamiento. Ya di todo lo que podía dar en el single y ahora siento que tengo unos años más para dar mi 100% en el dobles. No me gustaría seguir para hacer algo a mitad de camino. No tendría sentido”, contó en una entrevista con LA CAPITAL.
Los resultados llegaron pronto, con distintas parejas. En Buenos Aires se consagró nuevamente con Máximo González (otro con que el conformó una muy buena dupla), ganó el Masters 1000 de Indian Wells (con Nikola Mektic) y obtuvo el primer éxito junto a Granollers, en el Masters 1000 de Canadá. Con el catalán también llegó a la final del US Open y ya no se separó más (salvo eventualidades).
Tienen una gran relación tanto dentro como fuera de la cancha, y juntos se adjudicaron también el trofeo en el Masters 1000 de Roma, ATP 500 de Río de Janeiro y Buenos Aires, en 2020; Masters 1000 de Cincinnati y Masters 1000 de Madrid, en 2021; ATP 500 de Halle, en 2022; y Masters 1000 de Shanghai, en 2023.
Zeballos ganó 20 títulos ATP en dobles y uno más en singles. Y también acredita 4 títulos en Futures y 15 en Challengers, en singles, más 7 trofeos en Futures y 34 en Challgeners, en la modalidad dobles.
En 2024 se les viene negando un nuevo título, pero el rendimiento ha sido extraordinario: finalistas en los ATP 250 de Auckland, Buenos Aires y en el Masters 1000 de Indian Wells, y semifinalistas en el Masters 1000 de Miami y en el Masters 1000 de Montecarlo.
Además, llegaron al partido decisivo en Wimbledon 2021 y 2023. Ganar un título de Grand Slam es el gran sueño que todavía persiguen. Pero, este jueves lograron otro muy grande: ser los mejores del mundo. Se veía venir. Era sólo una cuestión de tiempo.